20 de marzo de 2010
9 de marzo de 2010
Del “Spain is different” al “I need Spain”.
Ambos son dos eslóganes para promocionar a España en el extranjero, concretamente para atraer turistas. Y se supone que estos eslóganes, deben de ser frases sencillas y concisas, pero que puedan aglutinar en si mismas a todo un país, para venderlo.
En mi opinión, ambos reflejan claramente dos momentos muy diferentes de la historia reciente de España, y más aún, del estado anímico de la misma. El primero muestra un país acomplejado y con ganas de justificarse ante el resto del mundo, y más concretamente ante sus congéneres europeos. Un lema que salio durante los años 60 del propio Ministerio de Turismo (con Don Manuel Fraga Iribarne a la cabeza) y que veía la oportunidad de justificar ante la opinión publica internacional a un país atrasado económica y socialmente, un régimen autoritario rodeado de democracias y donde aún estaba reciente la guerra civil. Y todo en una sola frase.
El segundo en cambio fue presentado la semana pasada por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para el mismo fin que el anterior, pero con una matización. Si antes parecía que nos quisiéramos justificar por ser lo que éramos, ahora lo contrario, hemos crecido, somos modernos y hasta destacamos en muchos campos. Tenemos tan buena consideración de nosotros mismos que el resto nos necesitan. Y quien sabe si es que no necesitamos creérnoslo hasta nosotros mismos ante la situación que estamos viviendo. Nos representa.
Se aprecia un gran cambio, especialmente en lo que a la propia autoestima nacional se refiere. Como la frase más tonta puede psicoanalizar a todo un país.
En mi opinión, ambos reflejan claramente dos momentos muy diferentes de la historia reciente de España, y más aún, del estado anímico de la misma. El primero muestra un país acomplejado y con ganas de justificarse ante el resto del mundo, y más concretamente ante sus congéneres europeos. Un lema que salio durante los años 60 del propio Ministerio de Turismo (con Don Manuel Fraga Iribarne a la cabeza) y que veía la oportunidad de justificar ante la opinión publica internacional a un país atrasado económica y socialmente, un régimen autoritario rodeado de democracias y donde aún estaba reciente la guerra civil. Y todo en una sola frase.
El segundo en cambio fue presentado la semana pasada por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para el mismo fin que el anterior, pero con una matización. Si antes parecía que nos quisiéramos justificar por ser lo que éramos, ahora lo contrario, hemos crecido, somos modernos y hasta destacamos en muchos campos. Tenemos tan buena consideración de nosotros mismos que el resto nos necesitan. Y quien sabe si es que no necesitamos creérnoslo hasta nosotros mismos ante la situación que estamos viviendo. Nos representa.
Se aprecia un gran cambio, especialmente en lo que a la propia autoestima nacional se refiere. Como la frase más tonta puede psicoanalizar a todo un país.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)